
TEATRO DEL OPRIMIDO EN SUDÁN
Formamos un equipo multidisciplinar e intercultural para desarrollar en la Universidad de Música y Arte Dramático de Khartoum un taller de Teatro del Oprimido. Esta técnica teatral fue descubierta por Augusto Boal en los años sesenta en Brasil y sirve para discutir en comunidad problemas sociales a través del teatro. Los talleres incluyeron la creación de dos obras, la representación en dos universidades y la una meta-formación de formadores que permitió a los participantes convertirse en facilitadores de futuros talleres.
Inicio: Noviembre 2010
Fin: Diciembre 2010
Lugar: Khartoum, Sudán
Colaboradoras: Embajada de España en Khartoum e IDEC.
Después del taller PALABRAS DE PAPEL en Darfur del año anterior, la Embajada Española nos invitó a repetir la experiencia. Con todo lo aprendido, le dimos una vuelta a la propuesta y creamos un taller que tuvo un carácter más social y pudo tener una continuidad en el tiempo.
Para ello reunimos un grupo de jóvenes actores de la Universidad de Música y Arte Dramático de Khartoum. Mediante la herramienta del Teatro del Oprimido y, más específicamente la técnica del Teatro Foro, creamos dos obras de teatro que fueron representadas en la Universidad de Música y Arte Dramático de Khartoum y la Universidad de Mujeres de Ahfad.
Durante cuatro semanas nos entrenamos con ejercicios que potenciaban, por un lado, la parte más artística, que nos ayudaban a crear una dramaturgia y un montaje teatral, y, por otro, nos invitaban a reflexionar sobre temas sociales que el grupo sentía eran importantes para su comunidad. Aunque en un principio pensamos que los temas que aflorarían estarían relacionados con el momento político, ya que era la época en que se produjo el referendum sobre la emancipación de Sur Sudán, los participantes, que eran personas jóvenes en edad de buscar pareja, se decantaron por hablar de opresiones que les tocaban mucho más directamente: la mutilación genital femenina y el matrimonio por fuerza.
Durante todo el taller, mientras experimentábamos nosotros mismos los ejercicios y construíamos el libreto de las dos obras cortas, íbamos reflexionando en grupo sobre las técnicas que aprendíamos y, en muchas ocasiones, eran los propios alumnos los que dirigían los encuentros para capacitarlos como futuros formadores.
Con esta técnica de Teatro Foro se crean obras cortas en las que el protagonista sufre la opresión y terminan de forma trágica. A la hora de ser representadas, un maestro/a de ceremonias propone a los espectadores que miren la escena con atención, ya que posteriormente la repetimos varias veces, invitando a los asistentes o espectactores a que suban al escenario para sustituir al personaje oprimido y probar posibles soluciones que evitarían ese final fatal, reflexionando de manera no solo intelectual sino vivencial. Tras cada intervención del público, el maestro/a de ceremonias recoge lo sucedido y reflexiona sobre la propuesta.
En los dos encuentros hubo muchísima afluencia de público y una gran participación; era realmente emocionante ver la cantidad de propuestas que surgían y el debate que cada una de ellas levantaba. Antes de acabar la formación ya había un par de alumnos que estaban desarrollando talleres en sus pueblos de origen.