
AFGANISTÁN: UNA HERIDA ABIERTA
Afganistán sigue siendo una herida abierta para la comunidad internacional, pero el dolor lo padecen las afganas y los afganos. Tras explicar la situación actual de hambruna y muerte que está transitando el país a causa del colapso y de los años en conflicto derivado en una grave crisis alimentaria, hay otros números que alarman.
Recientemente el Ministerio de Salud Pública de Afganistán se pronunció sobre la tasa de mortalidad infantil diciendo que, solo en lo que va de año este 2022, estiman que 13.700 recién nacidos y 26 madres han muerto.
Según explicó el portavoz del Ministerio de Salud Pública afgana, Jawid Hazher, el cálculo lo hicieron en base a los 124.800 partos prematuros registrados en lo que va de año, de los cuales estiman que normalmente el 10 % fallecen a causa de la pobreza y la mala alimentación que mantienen las madres durante el embarazo. La situación económica, la falta de acceso a la salud y a hospitales, de equipamiento, así como la falta de personal médico y de parteras, inciden también directamente en esta situación.
La tuberculosis repunta desde 2018 en el país
Entre otros factores de salud que necesitan una asistencia inmediata y sostenida, está la lucha contra la tuberculosis a la que se enfrenta el país, ya que desde el 2018 se ha ido elevando de manera exponencial la propagación de esta enfermedad, según datos obtenidos a través del Banco Mundial en su última actualización de 2020.

La tuberculosis se contagia a través del aire cuando una persona tose o estornuda y por exposición prolongada con una persona enferma y sin tratamiento. Desde 2018 hasta el último informe registrado en 2020, el registro de pacientes creció de manera descontrolada y fue este mismo año cuando la Organización Mundial de la Salud registró el mayor número de casos a nivel mundial en la Región de Asia Sudoriental, lo que revela la falta de tratamiento para las personas ya contagiadas e ilustra la propagación de esta, debido a la situación política y a los recursos limitados en los hospitales de Afganistán, donde los individuos más afectados son mujeres y niños y solo existen tratamientos disponibles en 5 hospitales del país, según un reporte que recoge el Diario El País.
Cada vez más, las mujeres se quedan sin derechos
Por otro lado, el gran reclamo sobre el respeto al derecho y a la libertad de las mujeres afganas sigue siendo mermado y cada vez con más profundidad: los talibanes se han negado a habilitar de nuevo las aulas de estudios para las estudiantes y también han prohibido que las mujeres puedan tomar un avión sin un acompañante masculino, ha asegurado la agencia de noticias AFP, la cual señala tener acceso al documento que así lo acredita.
Esta última medida dada a conocer el pasado mes de marzo, es una más a añadir a las prohibiciones que ya tienen las mujeres de no poder subir a un taxi si no llevan el hiyab apropiado o si van a viajar largas distancias sin un custodio, o que no puedan trabajar de cara al público. Otra de las polémicas medidas en contra de las mujeres es la separación por género en los lugares de ocio, lo que ha resultado en la asignación de días específicos para que puedan visitar parques o áreas de recreo, pudiendo suceder solamente los domingos, lunes y martes.
En este contexto el conflicto no cesa y los días 21 y 22 de abril, en plena celebración del Ramadán, dos atentados con explosivos fueron registrados en dos mezquitas del norte del país, uno en la ciudad de Kunduz y el otro en la ciudad de Mazar-i-Sharif, este último atribuido al grupo terrorista del Estado Islámico. Ambos atentados, según reportes oficiales, dejaron a su paso un total de 83 personas muertas y 191 heridas. Ante esta realidad que enfrenta Afganistán, la ONU ha insistido en renovar su misión en el país asiático hasta marzo de 2023. La prioridad será la previsión de ayuda humanitaria y de recursos económicos que había sido ya aprobada también en el período 2021-2022 por el Consejo de Seguridad. La ONU, en esta reunión, destacó la necesidad de ayudar a las personas más necesitadas, incluidas “mujeres, niños y niñas, personas desplazadas, las minorías étnicas y las personas con discapacidad”; Rusia se abstuvo en esta votación, considerando que los objetivos propuestos no son reales.